Más de cien años después de la primera carrera, el Automobile Club de l’Ouest (ACO), creador y organizador de las célebres 24 horas de Le Mans, ha elegido a Locken para sus soluciones de control de acceso sin cableado mediante llave electrónica.

Detrás de la pista por la que corren bólidos incansables, cabe imaginar la complejidad de las instalaciones: no muy lejos de las gradas que acogen a más de 250 000 espectadores, encontramos un museo, una veintena de tiendas, cerca de cuarenta restaurantes, un centro médico, numerosos controles de seguridad en todo el trayecto, los paddocks (los espacios técnicos en los que, en particular, se almacenan los 10 000 neumáticos necesarios para la competición) y, por supuesto, los boxes de los 60 participantes.

Todo ello supone para el ACO centenas de accesos que controlar y, además, bastante heterogéneos en cuanto a los sistemas de cierre y a la duración de los derechos de acceso.
En ocasiones, los palcos únicamente son accesibles durante un día para los invitados de honor y VIP. Los participantes, durante los diez días que dura su estancia, deben poder y entrar y salir con total calma de su box protegido y numerosos anexos. Sin embargo, los derechos de acceso son más amplios para los trabajadores del ACO y determinados clientes. Por ejemplo, Porsche utiliza un edificio ultramoderno al borde de pista, el Porsche Experience Center, que ofrece a los aficionados la posibilidad de probar sus coches durante todo el año en un tramo del circuito.
Con sus casi 800 000 visitantes al año, el ACO debe controlar cerca de 300 000 accesos al año, 53 000 de ellos en junio durante la competición, es decir, 1800 accesos al día solo en este mes.

Las exigencias particulares de acceso a su recinto han alentado al ACO a fomentar una gestión afinada de los derechos de acceso y una perfecta trazabilidad de todos los implicados. La amplitud y diversidad de las instalaciones, que suman cientos de puntos de paso que proteger, exigían el uso de equipos progresivos y flexibles.
La Solución Locken ofrece la ventaja de limitar las modificaciones en las puertas: apenas sustituir los cilindros mecánicos. A partir de ese punto, las cerraduras se accionan mediante una llave electrónica Locken. Tras la parametrización (una operación rápida y totalmente segura), la llave «inteligente», que alberga su propia reserva de energía, permite a cada usuario acceder a los espacios a los que tiene derecho. La apertura de las puertas se registra en el sistema central. En caso de incidente o pérdida, las llaves Locken se bloquean.

Una puesta en servicio progresiva y que abarcará varios años, ha permitido al ACO reafirmar la fiabilidad y facilidad de uso de las tecnologías utilizadas. También le ha servido a Locken para demostrar su perfecta adaptación a las expectativas del cliente. El sistema ya controla 544 puntos de acceso en todo el emplazamiento y con 407 llaves diferentes.
Tozé Coelho, responsable de accesos en la dirección operativa, precisa: «En 2016, equipamos el módulo deportivo. Es el corazón de la carrera y se centra en la gestión de la seguridad (con vigilancia mediante cámaras y pantallas) y de donde provienen las instrucciones para los comisarios que se encuentran al borde de pista. Este espacio es un lugar sumamente delicado, equipado con múltiples redes y con acceso prohibido al público. De ahí la importancia de contar con una solución de alta seguridad. Nuestro objetivo es trasladar este proceso al máximo de accesos: en particular, prevemos equipar este año el museo de las 24 horas de Le Mans con la Solución Locken».

Con su aporte a la seguridad de los recintos del circuito de las 24 horas de Le Mans, Locken se posiciona como referente del control de acceso para eventos de categoría internacional.